8 de diciembre, segundo domingo de Adviento: Inmaculada Concepción
LLENA DE GRACIA Y BONDAD
El sentido de esta Fiesta de la Inmaculada es reconocer a María, la madre de Jesús, como dotada de bondad y de cariño en plenitud, desde el momento de su concepción en el seno de su madre.
El evangelio de hoy, tomado de San Lucas, es un texto que nos mueve a fijar la mirada en María, y seguir con ella el diálogo que mantiene con Dios, su Señor.
El solicita su colaboración en el proyecto de salvación para toda la humanidad y ella, finalmente, acepta la invitación.
“Concebirás y darás a luz un hijo…” ¿Cómo será eso posible, si no conozco varón?”
“El Espíritu de Dios vendrá sobre ti y te cubrirá con su sombra…”
El Evangelio debe ser leído como diálogo que Dios quiere establecer con cada uno de nosotros.
Pero, a ti y a mí, ¿qué nos propone el Señor?, ¿qué colaboración nos pide?
Algo sorprendente: Dejar que el Espíritu de Dios nos cubra con su sombra y nos haga fecundos para el Evangelio y el reino de Dios.
María respondió:” Que se cumpla en mí según tu palabra”
¿Cuál será nuestra respuesta?