sábado, 29 de marzo de 2014

El Matiz

30 de marzo, cuarto domingo de Cuaresma

YO SOY LA LUZ DEL MUNDO

Seguimos avanzando en el camino hacia la Pascua, que este año
concebimos, en la comunidad parroquial como una peregrinación.
Vamos a recorrer durante las cinco semanas de la Cuaresma,
cinco etapas de conversión del corazón.

Y en este cuarto tramo Jesús se nos presenta
devolviendo la vista a un hombre, que por su ceguera de nacimiento
vivía en la más densa de las oscuridades.
Caminar hacia la luz, como hijos de la luz, nos pone frente a Jesús,
Como frente a un espejo.

Su interés por los que son despreciados y excluidos
le hace estar en comunión con ellos. Y porque, les siente como suyos,
les da lo que necesitan.
Esa es la clave de este pasaje: Jesús es LUZ para el ciego porque
interesándose por él, se acerca, le toca y le sana.

Alguien que se porta así conmigo es mi LUZ.
Y me compromete a ser LUZ para los demás.

sábado, 22 de marzo de 2014

El Matiz

23 de marzo, tercer domingo de Cuaresma

¡DAME DE BEBER!

La vida de los cristianos tiene en el encuentro una de sus mejores
realizaciones. De hecho el evangelio es una historia de encuentros,
tanto de Dios con su pueblo, a través de Jesús, como de Jesús
con tantas personas con las que se relacionó.

Y los encuentros son siempre sanadores. Sorprendentes. Llevan
una experiencia riquísima de compartir gratuitamente los dones que
tu y yo poseemos personalmente. De ese encuentro salimos los dos
muy beneficiados.

Un Jesús cansado del camino de la vida que sabe sentarse para
descansar y recuperar fuerzas. Y en este pasaje de la samaritana
lo hace junto al pozo de Sicar, en tierras de Samaría.

El sabe pedir. Y suscita en ella la enorme satisfacción de poder otorgar.
Ella termina por solicitar de Jesús el don que él posee.
En el camino hacia la Pascua encontramos, en esta tercera etapa
que comenzamos hoy, en Jesús el agua de vida fresca y reparadora
capaz de saciar nuestra sed: de paz, de alegría y de justicia.

viernes, 14 de marzo de 2014

El Matiz

16 de marzo, segundo domingo de Cuaresma

ESTE ES MI HIJO AMADO, ESCUCHADLE

En cualquier viaje, para cualquier camino,
es imprescindible saber la meta, saber a dónde vamos,
y, más importante aún, caminar, hacer camino.

Así ocurre en el camino hacia la Pascua,
que este año queremos recorrer como peregrinos:
saber que vamos hacia la Luz, la Vida,
la Resurrección.

Como el desierto en el domingo pasado, este domingo
nos coloca en un lugar también sagrado: el monte.
Son lugares, más que geográficos, de interiorización,
espirituales, de intimidad: Jesús se revela a sus amigos,
que necesitan un balón de oxígeno para no perder del todo
la respiración cuando en Jerusalén le vean roto, destejido,
sin figura, escandalosamente ajusticiado.

Ese es el sentido del Monte Tabor en el camino que
siguen los discípulos, con Jesús, hacia Jerusalén.

viernes, 7 de marzo de 2014

El Matiz

9 de marzo, primer domingo de cuaresma

EN CAMINO HACIA LA PASCUA

Hemos iniciado, el pasado miércoles de ceniza, el tiempo de
Cuaresma: Los cuarenta días que nos conducen hasta el
acontecimiento feliz de la Resurrección de Jesús, el Señor.

Es, sobre todo, un tiempo de revisión del propio corazón para ponerlo
en sintonía con el evangelio y con Jesús.
Es un tiempo de conversión, de volvernos al Señor, y
dejarnos ganar por el amor y la bondad como claves de vida
y comportamiento cristianos.

La primera etapa nos lleva al desierto con Jesús y, descubriendo
las tentaciones que se le presentaron ante la misión que el Padre le
encomienda, cómo supo vencerlas.

La tentación de lo fácil frente a la fraternidad comprometida que nos
propone la Palabra de Dios.

La tentación del exhibicionismo, lo espectacular:
subirse a cualquier alero para hacerse cumbre del Templo.

La tentación de creernos adorables, dominantes y alejados de las personas,
frente al servicio y la servicialidad que nos reclama el Reino de Dios.