1 de junio, festividad de la Ascensión
EL NO ESTÁ, PERO ESTAMOS NOSOTROS.
La fiesta de la Ascensión, y la fiesta de Pentecostés,
no son fiestas distintas de la Pascua, sino una explicación
pedagógica de la misma.
Lo importante para todo cristiano es descubrir
que Jesús sigue vivo, y sigue dando vida,
sigue teniendo sentido, para el mundo y las personas de hoy.
Quedarse sólo en contemplarle o en darle gracias por
su vida sin sentirse vinculados a El sería no entender ni celebrar
la Pascua.
El se va, asciende, no está, pero nos deja a nosotros
como testigos de su vida, nos pide que “guardemos” su Mandato
y su Proyecto, nos da su Espíritu y su fuerza para hacerlo.
Ser testigos de Cristo Jesús, hacer posible su “pasión” como comunidad,
es la tarea más importante para un discípulo del Señor.