26 de enero, tercer domingo
SOMOS CRISTIANOS PORQUE NOS HA LLAMADO
Todos tenemos la experiencia de cosas o personas que han cambiado nuestra vida.
Puede ser un viaje, un accidente, un amigo, un hijo, una enfermedad,
alguna “experiencia”…
Este tipo de cambios tocan lo más profundo, son experiencias que nos hacen avanzar.
Los seguidores de Jesús, si realmente nos hemos encontrado con El, si hemos
escuchado su llamada, su invitación, debemos sentir “tocada” nuestra profundidad.
Ser cristiano adulto y actual no es solo andar a la última.
Se trata de estar conectado con Jesús (El es el fundamento común que nos une como
recuerda San Pablo con frecuencia en sus cartas) y dar a nuestro vivir y actuar esa profundidad.
